Frase de la semana 22

Última semana del mes, así que vamos con un poco de motivación:

Frase de la semana 21

Ayer, 17 de Mayo, se cumplían seis años desde que nos dejó el gran Mario Benedetti, así que aquí va mi pequeño homenaje para comenzar esta semana:

Frase de la semana 20

Vamos a por una nueva semana con uno de los grandes de nuestra literatura:

Khïmera - César Pérez Gellida

Autor: César Pérez Gellida

Título: Khïmera

Editorial: Suma de Letras

ISBN: 978-84-836-5839-0

Páginas: 544 páginas

Precio: 19.90€ (tapa dura con sobrecubierta)

Sinopsis extraída de la editorial:

Tras el éxito de Memento mori, Dies irae y Consummatum est, un thriller literario que algunos ya han calificado de obra maestra, llega Khïmera. El mundo cambiará para siempre. 2054, tras la Guerra de Devastación Global, la realidad social y geopolítica ha cambiado rotundamente. Los viejos conceptos de la democracia y el capitalismo han sido enterrados por las corrientes transhumanistas y la tecnofagia. El poder se concentra en manos de las grandes corporaciones, sin embargo todavía queda un cabo suelto, un molesto inconveniente que se escapa de las afiladas uñas de la Asamblea: Khïmera. En la arriesgada búsqueda de un enigmático personaje conocido como el bogatyr -héroe para algunos y villano para otros-, están puestas las últimas esperanzas de aquellos que luchan para lograr que el mundo cambie para siempre. César Pérez Gellida, autor de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne, éxito absoluto de crítica y ventas en el último año, vuelve a la narrativa sobrepasando todas nuestras expectativas y rompiendo sus propios cánones con un relato que estilísticamente recuerda a la habilidad creativa de J. R. R. Tolkien y a la maestría visionaria de George Orwell o William Blake. Una reinvención del thriller literario al más puro estilo Gellida que algunos ya han calificado de obra maestra.

La trilogía Versos, canciones y trocitos de carne me dejó tan impresionada que estaba impaciente por leer la nueva novela de César Pérez Gellida. Sabía que Khïmera no tenía nada que ver con los tres anteriores libros y, aún así, creo que no estaba preparada para lo que me esperaba.

La trama de esta historia se sitúa entre 2037 y 2054, un futuro relativamente próximo y terroríficamente realista. Y digo terroríficamente realista porque a medida que vas leyendo cómo va cambiando el mundo y las razones por las que lo va haciendo, te das cuenta de que podría ser perfectamente la evolución del mundo actual: alianzas de países, armas de destrucción masiva que permiten ganar guerras desde los despachos, diferencias entre las clases sociales cada vez más pronunciadas, avances tecnológicos que permiten controlar a los ciudadanos... Tan real que casi da miedo.

La novela está estructurada en un preludio, cuatro movimientos y un rondó final, como si de una obra de música clásica se tratara. El primer movimiento ha sido todo un reto para mí; primero, porque no es el tipo de literatura que habitualmente leo y, segundo, por la cantidad de información y detalles que contiene. La lectura de esa parte es bastante lenta porque aquí es cuando nos explica la evolución geopolítica que ha sufrido el mundo y requiere prestarle mucha atención; aunque toda esa información se asimila mejor gracias al lenguaje claro y directo que utiliza César Pérez Gellida. Además, refleja muy bien la labor de documentación geográfica, política y militar llevada a cabo por el autor. A pesar de lo densa que es esta parte, es necesaria para poder situarnos en la historia y entender toda la novela. Una vez terminada, el resto de movimientos adquieren el ritmo al que el autor nos tenía acostumbrados en las anteriores novelas: trepidante y sin respiro; superado el primer movimiento, ya es imposible dejar de leer. 

Los personajes tienen muy bien definida su personalidad y eso contribuye a que todos, incluso los que son secundarios, parezcan importantes para la trama. Lo más complicado de los personajes son sus nombres por la diversidad de sus orígenes: África, China, Rusia, etc; aunque al principio de la historia el autor los presenta a todos, como si de una banda sinfónica se tratase, me ha resultado tremendamente difícil memorizar los nombres de algunos de ellos, por lo que tenía que ir volviendo atrás para recordarlos.

Es complicado hablar de Khïmera y, más aún, hacerlo sin desvelar nada de la trama. Pero es que lo mejor de este libro es afrontarlo sin saber nada y dejarse atrapar por la intensidad de la historia.

Frase de la semana 19

Estrenamos mes con una frase dedicada a las cosas sencillas: