Autor: Patrick Dennis
Título: Mi tía y yo (también puede encontrarse como La tía Mame)
Editorial: Punto de Lectura
ISBN: 978-84-663-2187-7
Páginas: 448
Precio: 5 € (Edición de bolsillo)
Sinopsis extraída de la editorial:
Un niño de diez años queda huérfano en la poco edificante América de mil novecientos veinte y es puesto bajo la potestad de una dama excéntrica, obsesionada por estar à la page, vital, caprichosa, seductora y adorable. Junto a ella, pasará los siguientes treinta años en una espiral incesante de fiestas, amores, aventuras y diversos golpes de fortuna. El lector, atónito, suspendido entre la fascinación de advertir muchos de los risibles tics de su propia época y la carcajada explosiva de quien se ve arrastrado hacia un vertiginoso torbellino, vivirá lo cómico en todos sus registros, «desde el dickensiano hasta el pastel lanzado a la cara» (en ajustadas palabras de Pietro Citati). Y todo ello por obra y gracia de una de las tías más inolvidables que haya concebido nunca un escritor moderno, cuyo perfume sentimos flotar en el aire, con las lágrimas presentes aún en nuestros ojos, mucho después de haber cerrado el libro.
Hace unas semanas, cuando estaba decidiendo qué libro llevar a la playa, empecé a buscar entre esos libros que siempre están en la lista de pendientes pero nunca encuentras el momento de leer y apareció "Mi tía y yo". Compré este libro hace mucho tiempo e incluso lo empecé a leer, pero apenas unas veinte páginas después, lo dejé. No recuerdo por qué lo hice, así que me animé a retomar la lectura (bueno, más bien, a empezarla de nuevo) y ha sido un gran acierto.
Este libro se publicó en 1955 y está escrito por Patrick Dennis (seudónimo de Edward Everett Tanner III), que es a su vez el narrador de esta historia. En un principio, se trataba de una serie de relatos cortos, aunque terminó convirtiéndose en una novela.
La historia comienza cuando Patrick Dennis, un día de lluvia, se encuentra con un viejo ejemplar de la revista americana Reader's Digest y comienza a leer el artículo de un escritor sobre la persona más inolvidable que ha conocido. Eso le trae a la mente a su tía Mame y, a partir de ese momento, comienza a trazar paralelismos entre el personaje del que habla el escritor y su tía Mame e intenta demostrar que su tía supera, y mucho, a ese personaje.
El padre de Patrick, tras un ataque al corazón en 1928, deja escrito en su testamento que si él muere, la tutora legal del niño sea tía Mame. No es la persona que considere más apropiada, pero es su único pariente vivo. Así, cuando fallece un año más tarde, Patrick hará las maletas para cambiar Chicago por Nueva York y entrar en un mundo totalmente desconocido para él.
Tía Mame es alocada, inmadura, culta, rica, caprichosa, idealista, divertida. Necesita estar siempre al día y se reinventa una y mil veces para conseguir lo que quiere. Pero no sabe nada de niños, así que criará a su sobrino según su excéntrica forma de ver la vida. Patrick, por su parte, es un niño sensato y maduro, a veces un poco desbordado por el vendaval de energía que es su tía, pero que descubre en ella a un personaje fascinante.
El personaje principal es, por supuesto, tía Mame y, a pesar de lo superficial que puede llegar a ser, es bastante inocente y muy fácil encariñarse con ella. El protagonismo de Patrick también va creciendo a medida que se hace mayor. Junto a ellos aparecerán amigos, amores, familiares y el personal de servicio, como Ito, el mayordomo japonés que también sufrirá las alocadas idas y venidas de tía Mame.
Juntos viven un montón de singulares, divertidas y casi surrealistas situaciones: tendrán que superar desde la crisis económica del 29 hasta la Segunda Guerra Mundial, pasando por locas fiestas o los distintos trabajos de tía Mame. De todas las aventuras por las que pasan, con la que más reí fue con la de la etapa sureña de Tía Mame y, especialmente, con la cacería en la que ella se convierte en protagonista indiscutible; con esta historia se me escapó más de una carcajada.
El libro está compuesto por 11 capítulos y retrata muy bien el ambiente bohemio y burgués del Nueva York de los años 20. Está narrado de forma sencilla, con mucho humor y mucha ironía. Una vez que empiezas a leer, es imposible parar de leer y no querer saber cuál será la siguiente aventura de tía Mame y cómo saldrá de ella.
Es, sin duda, uno de los libros más divertidos que he leído y tras haberlo terminado sólo se me ocurre una pregunta: ¿cómo he podido tener este libro tanto tiempo en la estantería y, aún peor, haberlo dejado después de 20 páginas? Espero que fuera por una razón de peso...
Si te apetece pasar un buen rato y echarte unas risas, no puedes perdértelo. Buena y divertida literatura.
Me lo apunto para cuando me apetezca una lectura divertida.
ResponderEliminarUn beso!
Yo me lo pasé muy bien leyéndolo :)
EliminarBesos!