Autor: Màxim Huerta
Título: La noche soñada (Premio Primavera de Novela 2014)
Editorial: Espasa
ISBN: 978-84-670-4118-7
Páginas: 352
Precio: 19,90€ (Tapa dura con sobrecubierta)
Sinopsis extraída de la editorial:
En la víspera de San Juan de 1980, los habitantes de Calabella, en la Costa Brava, esperan a la mítica Ava Gardner, que va a inaugurar el cine de verano del pueblo. Todo el mundo está pendiente de la actriz, salvo Justo, el benjamín de la peculiar familia Brightman. En el día más mágico del año, el muchacho ha decidido que, en vez de pedir un deseo, va a hacer todo lo que esté en su mano por cambiar el destino de los suyos.
La noche soñada es una historia sobre la búsqueda de la felicidad.
De la mano de Màxim Huerta, el lector descubrirá que el viaje más arriesgado es el que se emprende hacia el amor, tantas veces doloroso e imposible, pero con el que nunca deberíamos dejar de soñar.
La noche soñada es la segunda novela que leo de Màxim Huerta. El año pasado llegó a mis manos Una tienda en París y, debo reconocer, que era reticente a leerla. ¿Màxim Huerta? ¿No será una novela más de un periodista de televisión? Pero después de leer varias buenas reseñas, me animé y, vaya, me gustó mucho. Así que decidí repetir con su última novela.
Todo comienza el 23 de Junio de 1980 cuando Ava Gadner irá a Calabella a inaugurar el cine de verano del pueblo. Y Justo Brightman aprovechará el revuelo que hay en el pueblo por la visita para llevar a cabo la decisión que ha tomado: esa noche no pedirá un deseo, lo hará realidad. Y ese sueño no es otro que el que su familia sea feliz.
Toda la historia está narrada por Justo y aunque comienza en el año 1980, va saltando en el tiempo y, otras veces, la historia está contada treinta años después por un Justo ya adulto. Durante esos saltos, conocemos cómo cambió la vida de Justo y la de su familia aquella víspera de San Juan. A pesar de estos saltos en el tiempo, es muy fácil seguir la historia. Màxim Huerta utiliza un lenguaje sencillo y consigue una narración ligera y entretenida. Sólo pondría un pero y es que Justo recuerda una y otra vez lo que ocurrió aquella noche; es cierto que es lo que cambiará sus vidas, pero puede llegar a resultar muy repetitivo.
Justo vive con su padre Thomas, que es irlandés, su madre Teodora, su hermana Liz y sus nueve tías, que como muy bien define él en el libro, son muy particulares. Todos los personajes están muy bien descritos y creados con una gran ternura. Aparecen muchos personajes secundarios, pero todos ellos aportan su granito de arena a la historia. Uno de mis personajes favoritos ha sido una de las tías de Justo, Visitación. Es una gran mujer que aparece siempre cantando y sonriendo a la vida, incluso en los momentos más oscuros. Es imposible no sentirse atraída por esta mujer y, para mí, es uno de los personajes más fuertes e importantes de esta novela.
Aunque esta novela gira en torno a qué ocurrió aquella noche de San Juan, en realidad es una novela de amor y de emociones. Es una novela de amor en todas sus formas: amor entre madre e hijo, amor a la familia, a la amistad, el primer amor, el último amor... incluso el amor a la lectura o la música están reflejados en esta novela. Y es también una novela sobre la búsqueda de la felicidad y los sacrificios, que en ocasiones, hay que hacer para conseguirla.
No me gusta revelar demasiado de los libros cuando escribo mis reseñas, pero de esta novela me gustaría contar algo y es el trato que Màxim Huerta ha dado a una enfermedad tan destructiva como es el Alzheimer. Aunque no profundiza demasiado en ella, creo que refleja bastante bien cómo se sienten los que se encuentran alrededor de una persona que sufre esta enfermedad.
Una bonita historia, fácil de leer y que deja un buen sabor de boca.
Toda la historia está narrada por Justo y aunque comienza en el año 1980, va saltando en el tiempo y, otras veces, la historia está contada treinta años después por un Justo ya adulto. Durante esos saltos, conocemos cómo cambió la vida de Justo y la de su familia aquella víspera de San Juan. A pesar de estos saltos en el tiempo, es muy fácil seguir la historia. Màxim Huerta utiliza un lenguaje sencillo y consigue una narración ligera y entretenida. Sólo pondría un pero y es que Justo recuerda una y otra vez lo que ocurrió aquella noche; es cierto que es lo que cambiará sus vidas, pero puede llegar a resultar muy repetitivo.
Justo vive con su padre Thomas, que es irlandés, su madre Teodora, su hermana Liz y sus nueve tías, que como muy bien define él en el libro, son muy particulares. Todos los personajes están muy bien descritos y creados con una gran ternura. Aparecen muchos personajes secundarios, pero todos ellos aportan su granito de arena a la historia. Uno de mis personajes favoritos ha sido una de las tías de Justo, Visitación. Es una gran mujer que aparece siempre cantando y sonriendo a la vida, incluso en los momentos más oscuros. Es imposible no sentirse atraída por esta mujer y, para mí, es uno de los personajes más fuertes e importantes de esta novela.
Aunque esta novela gira en torno a qué ocurrió aquella noche de San Juan, en realidad es una novela de amor y de emociones. Es una novela de amor en todas sus formas: amor entre madre e hijo, amor a la familia, a la amistad, el primer amor, el último amor... incluso el amor a la lectura o la música están reflejados en esta novela. Y es también una novela sobre la búsqueda de la felicidad y los sacrificios, que en ocasiones, hay que hacer para conseguirla.
No me gusta revelar demasiado de los libros cuando escribo mis reseñas, pero de esta novela me gustaría contar algo y es el trato que Màxim Huerta ha dado a una enfermedad tan destructiva como es el Alzheimer. Aunque no profundiza demasiado en ella, creo que refleja bastante bien cómo se sienten los que se encuentran alrededor de una persona que sufre esta enfermedad.
Una bonita historia, fácil de leer y que deja un buen sabor de boca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario