Autor: César Pérez Gellida
Título: Memento Mori
Editorial: Suma de Letras
ISBN: 978-84-836-5453-8
Páginas: 588
Precio: 19.00€ (edición rústica)
Sinopsis extraída de la editorial:
Septiembre de 2010. Aquella mañana de domingo nada le hacía presagiar al inspector de homicidios de Valladolid Ramiro Sancho que acababa de dar comienzo una pesadilla que lo dejaría marcado para el resto de sus días.
La investigación del asesinato de una joven ecuatoriana a la que le han mutilado los párpados y cuyo cuerpo han encontrado unos versos amenazantes, ocupa las primeras páginas de esta novela negra narrada con un dinámico y atrevido lenguaje cinematográfico. Sin embargo, el autor nos arrastra por un camino inesperado al describir los hechos desde la perspectiva del propio asesino: un sociópata narcisista influenciado por la música más actual y por las grandes obras de la literatura universal.
La evolución frenética de los acontecimientos desemboca en la intervención de uno de los especialistas más reconocidos en el comportamiento de los asesinos en serie. Este complejo triángulo emocional, unido a la intriga que envuelve al siniestro cómplice del asesino, hace que Memento mori se convierta en un profundo thriller de acción con banda sonora que atrapará al lector de principio a fin.
Memento Mori es el primer libro de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne escrita por César Pérez Gellida. Tenía este libro en mi lista de pendientes desde hace mucho tiempo pero nunca encontraba el momento hasta este verano. Ahora, lo único en lo que pienso es ¡cómo no lo he leído antes!.
La historia comienza en Septiembre de 2010 y tiene lugar en Valladolid. La ambientación es muy buena, dando muchos detalles de todos los lugares por los que transcurre la historia y me gusta que, por una vez, una gran historia ocurra en una ciudad distinta a Madrid o Barcelona.
El punto original de esta novela es que desde el principio conocemos al asesino. Seguir el desarrollo de la investigación al tiempo que vas siguiendo los pasos del asesino es muy interesante y aporta mucho ritmo e intensidad a la historia.
Está contada en tercera persona, con excepción del último capítulo, y los principales protagonistas son Augusto Ledesma, diseñador gráfico y asesino en serie, Ramiro Sancho, inspector de policía del Grupo de Homicidios y Armando Lopategui "Carapocha", psicólogo criminalista. Aunque el resto de personajes que aparecen en la novela también tienen un peso importante. Están muy bien construidos y bien definidos, tanto que consigues meterte en su mente y vivir la historia a través de ellos.
La música está muy presente en esta novela. Para Augusto, la música es un pilar muy importante y a lo largo de toda la historia nos encontramos con canciones de Héroes del Silencio, Love of Lesbian, Depeche Mode, Placebo,... Además, el título de cada uno de los capítulos se corresponde con canciones de Enrique Bunbury, así que es un libro que se puede leer con su propia banda sonora (puedes escucharla aquí)
Cada capítulo está formado por distintas escenas, pero al comienzo de cada una de ellas aparece el lugar, la fecha y hasta la hora en la que están ocurriendo, por lo que es muy fácil para el lector ubicarse en todo momento. Página a página te sientes absorbido por la historia, con giros inesperados que te hacen no poder parar de leer. La trama está tan bien construida y narrada que resulta sorprendente que sea la primera novela de César Pérez Gellida. También se puede apreciar una gran labor de documentación en materia policial, forense y psicológica.
El ritmo de lectura es rápido y adictivo, aunque quizá lo ralentice un poco el incluir tantas letras de canciones (en ocasiones enteras), expresiones en latín, poemas, terminología informática,...
Tenía muchas expectativas con este libro y eso, a veces, me da un poco de miedo por las decepciones que me he llevado. Pero esta novela las ha cumplido y con creces, así que no creo que tarde mucho en empezar con la segunda parte, Dies Irae.
Un libro imprescindible para los amantes de la novela negra.
La historia comienza en Septiembre de 2010 y tiene lugar en Valladolid. La ambientación es muy buena, dando muchos detalles de todos los lugares por los que transcurre la historia y me gusta que, por una vez, una gran historia ocurra en una ciudad distinta a Madrid o Barcelona.
El punto original de esta novela es que desde el principio conocemos al asesino. Seguir el desarrollo de la investigación al tiempo que vas siguiendo los pasos del asesino es muy interesante y aporta mucho ritmo e intensidad a la historia.
Está contada en tercera persona, con excepción del último capítulo, y los principales protagonistas son Augusto Ledesma, diseñador gráfico y asesino en serie, Ramiro Sancho, inspector de policía del Grupo de Homicidios y Armando Lopategui "Carapocha", psicólogo criminalista. Aunque el resto de personajes que aparecen en la novela también tienen un peso importante. Están muy bien construidos y bien definidos, tanto que consigues meterte en su mente y vivir la historia a través de ellos.
La música está muy presente en esta novela. Para Augusto, la música es un pilar muy importante y a lo largo de toda la historia nos encontramos con canciones de Héroes del Silencio, Love of Lesbian, Depeche Mode, Placebo,... Además, el título de cada uno de los capítulos se corresponde con canciones de Enrique Bunbury, así que es un libro que se puede leer con su propia banda sonora (puedes escucharla aquí)
Cada capítulo está formado por distintas escenas, pero al comienzo de cada una de ellas aparece el lugar, la fecha y hasta la hora en la que están ocurriendo, por lo que es muy fácil para el lector ubicarse en todo momento. Página a página te sientes absorbido por la historia, con giros inesperados que te hacen no poder parar de leer. La trama está tan bien construida y narrada que resulta sorprendente que sea la primera novela de César Pérez Gellida. También se puede apreciar una gran labor de documentación en materia policial, forense y psicológica.
El ritmo de lectura es rápido y adictivo, aunque quizá lo ralentice un poco el incluir tantas letras de canciones (en ocasiones enteras), expresiones en latín, poemas, terminología informática,...
Tenía muchas expectativas con este libro y eso, a veces, me da un poco de miedo por las decepciones que me he llevado. Pero esta novela las ha cumplido y con creces, así que no creo que tarde mucho en empezar con la segunda parte, Dies Irae.
Un libro imprescindible para los amantes de la novela negra.
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